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¡A todo ritmo! Real Madrid campeón de Copa del Rey 2012. Sergio Llull MVP. Crónica

Enviado por admin el 19 Febrero 2012 - 9:07pm.

FINAL DE LA COPA DEL REY 2012. REGAL BARCELONA-REAL MADRID

Final clásica entre los dos máximos favoritos para alcanzarla, esta tarde se medían las dos mejoras plantillas del baloncesto nacional, y probablemente de las cinco mejores de todo el continente europeo. Ambos equipos sentían la presión de conseguir este título, que a nivel psicológico, podía dar la primera gran ventaja en esta temporada para uno de los dos equipos. Los motivos diferentes, mientras el Regal Barcelona está considerado por la mayoría de analistas como el mejor conjunto de Europa, el conjunto de Pablo Laso hacía frente a una losa de 19 años sin poder conseguir este título.

Antes del partido muchos focos estaban puestos en el enfrentamiento directo entre dos jugadores llamados a convertirse el MVP de la Copa, el azulgrana Erazen Lorbek, y el madridista Nikola Mirotic. Dos jugadores con un talento descomunal. El salto inicial puso de manifiesto que estos equipos poseen una gran profundidad, y un gran talento, claro ejemplo fue el comienzo de un Llull imparable, que desesperó a la defensa blaugrana con su efectividad. El nivel de intensidad física en los primeros compases fue altísimo, ningún equipo concedía facilidades al rival. Carlos Suárez, y Singler por los madridistas, y Mickael por los blaugranas se encargaban de castigar desde poste bajo. Ni en cuartos, ni en semifinales apareció en su estado natural, pero Navarro es de esos típicos jugadores que tienen en el calendario ciertas fechas marcadas. Su salida desde el banquillo dejó claro que hoy sería el referente de su equipo en ataque. El Real Madrid comandó los primeros diez minutos, controlando el ritmo del juego.

El inicio del segundo cuarto volvió a marcar las pautas que Pablo Laso tenía en mente para castigar la formidable, y eficaz defensa del equipo del Regal Barcelona, Carlos Suárez seguía dominando el partido desde el poste bajo, mientras que el nivel defensivo del Madrid no dejaba de subir, rozando en ocasiones el límite. Poco a poco las ventajas en el marcador iban aumentando. La salida a pista de Rodríguez trajo algo más de alegría al equipo, aunque eso tuviese como contrapartida cierta anarquía táctica. Sin embargo, el Real Madrid disfruta en ese ambiente, el desequilibrio en el 1x1 generaba numerosas situaciones de ventaja que pusieron un peligroso 23-32 en el marcador. Los de Xavi Pascual trataban de reorganizar ideas, pero se encontraban una y otra vez con el muro infranqueable de Mirza Begic, colosal a la hora de cerrar el aro blanco. El colapso de la zona por parte de los de Laso resultó muy eficaz, anulando muchas de las opciones de ataque de los culés, obligando a una selección de tiro nada usual en los esquemas del Barcelona Regal, que sólo sumaba desde la línea de tiros libres, o tras segundas opciones. El intercambio de canastas (muy trabajadas) marcó el final del segundo cuarto, mandando a los equipos a vestuarios con un resultado de 33-42, después de un magnífico triple de Llull.

Partido vibrante en todos los aspectos, una batalla táctica en los banquillos digna de lo que representan ambos equipos, y de la importancia de este partido. Los focos que se centraban en la lucha entre Mirotic, y Lorbek se trasladaron a otros focos secundarios, pero en definitiva, vitales para el desarrollo del partido, las mini batallas libradas por Suárez, Ndong, Llull, o Mickael permitían ver un gran espectáculo. Por delante, veinte minutos en los que el equipo de Xavi Pascual debía repetir la actuación que realizó en la segunda parte contra el Caja Laboral, subiendo más el nivel defensivo, y encontrando mejores soluciones ofensivas en su juego colectivo.

En ocasiones si no encuentras opciones claras en el juego en estático, es interesante subir la velocidad, y acortar el tiempo de posesión, buscando situaciones de juego más rápidas, y directas al aro. El Barcelona Regal trataba de cambiar su guión, sin embargo Llull, Singler, y la intensidad del resto de los jugadores blancos contrarrestaban un inicio blaugrana que amenazaba con igualar el partido. Lorbek, y Mirotic aparecían de lleno en el partido, y Navarro empezaba asumir la mayor parte de las posesiones de su equipo. Lorbek puso un apretado 51-52 en el marcador, la ventaja de los de Pablo Laso se había esfumado, el estado anímico de ambos equipos parecía haberse intercambiado. Un Palau Sant Jordi hasta la bandera se encargaba de meter aún más presión a los blancos. Tocaba volver a la senda del guión seguido a la perfección durante el primer tiempo. La salida del tiempo muerto supuso la aparición de otro que podía dinamitar el partido en cualquier momento, Jaycee Carroll, que se encargó de castigar a Navarro en defensa, un dos mas uno, y un triple permitían coger algo de oxígeno tras el inicio blaugrana. Ambos equipos se encontraban más acelerados de lo habitual, esto se tradujo en una bajada en los porcentajes en el lanzamiento. La tensión era máxima, y por delante aún diez minutos no aptos para cardiacos que dictarían qué equipo se alzaría con esta edición de la Copa del Rey, de momento 56-65 para los de Pablo Laso, comandados por el base blanco, Llull, que con otra canasta al finalizar el cuarto hacía aumentar el nerviosismo en la afición blaugrana.

Sergio Llull corta la red tras ganar la copa del rey Otros dos triples de Carroll para comenzar el último cuarto dejaban claro que no sería tarea fácil para los de Xavi Pascual, y más cuando seguían sin estar acertados de cara al aro, mientras que Carroll seguía demostrando que es uno de los mejores jugadores microondas de la actualidad, otra mini batalla ganada por los blancos dentro de la guerra que suponía la globalidad de un enfrentamiento entre dos potencias. Más control sobre el rebote, y un inicio aciago abrieron la brecha a un 56-73, que podía ser definitivo. El equipo de Pablo Laso no se concedía ni un segundo de relajación a pesar de la diferencia, muestra de ello, el enorme tapón de Carroll ante un desdibujado Navarro. El festín ofensivo, y la alegría en el juego del Real Madrid auguraba un final feliz, especialmente cuando Llull, y Carroll no bajaban el listón en su rendimiento, letales en ataque. El aro madridista parecía encogerse a medida que se agotaba el tiempo, a medida que el blaugrana parecía una piscina para los tiradores madridistas. La dinámica de ambos equipos parecía sentenciar esta final, el Real Madrid por fin rompía el maleficio que tenía con esta competición, anhelada por todos los estamentos del Club, y la afición desde hace 19 años. Ideas claras, planteamiento brillante, y una ambición desmedida apoyada por una gran confianza facilitaron, merecidamente, que el Real Madrid se alzase, gracias al 74-91 con la Copa del Rey 2012.