SHAQUILLE O´NEAL. EL ADIÓS DE UNO DE LOS PIVOTS MÁS DOMINANTES DE LA NBA.

Esta madrugada, y vía  Twitter, hemos conocido la decisión de Shaq de retirarse del baloncesto profesional, renunciando a la temporada que le quedaba de contrato con los Boston Celtics. Los éxitos logrados por este jugador le colocarán en un puesto privilegiado en la Historia de este deporte, atrás quedan 19 temporadas como dominador absoluto de las zonas en la NBA, 4 anillos de campeón, 15 veces all-star, MVP de la liga en 2000, y 3 veces MVP de las finales, Rookie del año en 1993, 2 veces máximo anotador de la NBA, 3 veces MVP del all-star, 8 veces elegido miembro del mejor quinteto de la liga, campeón olímpico con la selección USA en 1996, o campeón del Mundial de 1994, siendo MVP del mismo. La lista sería interminable. Sin embargo, las lesiones, especialmente las sufridas en su talón de aquiles, y las rodillas, han puesto fin a una carrera brillante.

Nacido en Newark en 1972, tuvo que trasladarse a Texas de pequeño dado que su padre fue destinado allí. No tardo en dar las primeras muestras del potencial que atesoraba, y ya en el Instituto de Robert Cole impuso su ley. La marca en sus dos años en el Instituto fue de 68-1, evidentemente logró  los títulos estatales, y marcó un record, todavía no superado, de rebotes totales en el estado de Texas. Sus actuaciones no pasaron desapercibidas para las mejores Universidades del País, que iniciaron la caza por el jugador. Su destino final fue la Universidad de Louisiana. El entrenador Dale Brown convenció a Shaq para que se trasladase a la Universidad que encumbró a un genio como Pete Maravich en los años 70. O´Neal no tardó en volver a demostrar que estaba llamado a ser uno de los mejores pivots que jamás haya pisado una cancha de baloncesto. Su altura, y tu tremendo físico, le convirtió en el mejor jugador universitario del País en 1991. No se había visto un físico como el suyo, dotado de una fuerza natural asombrosa, y una agilidad casi felina. Por supuesto, es miembro del Hall of Fame de su Universidad, y eso que tan sólo estuvo dos años. Y es que la NBA llamaba consistentemente a su puerta. El draft de 1992 contó con nombre como los de Alonzo Morning, Doug Christie, Robert Horry, Latrell Sprewell, sin embargo a la cabeza de la clase de 1992 estaba Shaquille O´Neal, elegido por Orlando Magic. A partir de aquí, hemos podido disfrutar a lo largo de estos 19 años, de un jugador que ha sido referencia en la pista, y que no nos ha dejado indiferente fuera de ella.

En su primera temporada marcó claramente el rumbo que iba a tomar su paso por la NBA: los 23,4 puntos, 13,9 rebotes, y 3,5 tapones por partido suponen una marca que todavía no ha sido superada por ningún rookie. Números que le sirvieron para ir al All-Star, hecho sólo alcanzado por Jordan en su temporada rookie (en la actualidad la forma de participación en este partido es diferente). En sus primeros años fue coleccionando dobles-dobles, y triples-dobles, además la dupla que formaba junto al base Anfernee Hardaway, hizo las delicias de muchos aficionados, no sólo de Florida, sino del resto de EEUU. En su tercera temporada en la NBA alcanzó las finales, y aunque su actuación personal fue portentosa, no pudo llevar a su equipo al anillo, que se fue rumbo a Houston. Su cuarta temporada supuso el primer punto de inflexión importante en su carrera, terminaba su contrato de rookie con Orlando, y conoció por primera vez lo que es tener una lesión grave, que le tuvo alejado de las canchas 30 partidos. Y llegó el verano de 1995, Shaq era agente libre, y muchas novias llamaban a su puerta. Sin embargo, un contrato por valor de 121 millones de dólares le ayudaron a decantarse por la soleada california, nuevo destino, Los Angeles Lakers. Era la comunión perfecta, Shaq ya había iniciado una carrera discográfica, y ya había sido tentado por Hollywood. El impulso a su carrera se completó con la llegada al equipo del joven escolta Kobe Bryant, sin embargo no fue hasta la llegada de Phil Jackson en 1999 cuando las aspiraciones de obtener el campeonato se convirtieron reales. En 2000, 2001, y 2002, los Lakers obtuvieron meritoriamente el campeonato de la NBA. En 2003 la salida de Jackson puso a relucir los problemas de ego existentes entre ambas estrellas, la temporada siguiente, la llegada de Payton, y Malone a California, supuso el primer intento de unir a varias estrellas en una misma franquicia con el objetivo de alcanzar el anillo. Detroit Pistons les recordó, que no sólo de talento se forman los equipos, y barrieron en las finales al todopoderoso equipo angelino. Los problemas internos dentro del equipo, hicieron al general manager replantearse drásticamente el futuro. Las retiradas de Payton, y Malone, y la apuesta ciega sobre Kobe Bryant como estandarte de la franquicia, puso en el mercado a Diesel. En una macro operación, recalaría en otra ciudad soleada, pero de la costa Este, el calor de Miami le esperaba. En su nuevo hogar coincidiría con otra joven estrella, Dwayne Wade. Los errores cometidos en Lakers, hicieron madurar a Shaq, y la relación entre ambos jugadores fue perfecta. Shaq en todo momento fue conocedor del futuro que aguardaba a Wade, y no trató de competir con él, fue su mentor, y principal consejero durante su etapa en Florida. En 2006 obtuvo su cuarto anillo de campeón de la NBA, con Dwayne Wade, nombrado MVP de las finales. Un nuevo éxito a sumar a la larga lista que ya tenía en su haber. Sin embargo, ya no era el pivot de sus primeros años en la NBA, su agilidad iba descendiendo, a medida que su peso aumentaba. Midiendo 2,16 y pesando más de 150 kilos, las lesiones de rodilla estaban a la orden del día. Cada temporada que pasaba era más frecuente verle vestido de traje en el banquillo, que de corto en la pista. Finalizado el contrato en Miami, busco de nuevo una ciudad soleada en la que instalarse. Arizona fue el Estado elegido, buscaba una nueva oportunidad de anillo, y que mejor que intentarlo junto al MVP, Steve Nash. Todavía dada alguna muestra de la infinita calidad que poseía, pero su aventura no cuajó. Su traspaso a Cleveland era otra muestra más de que por su cabeza pasaba el obtener un último anillo. Después de Nash, Wade, le tocaría el turno de jugar junto al Rey James, su frase en la presentación lo dejaba claro: "gana un anillo para el Rey". Sin embargo, los Celtics se pusieron en su camino, arrebatándoles la presencia en las finales de la NBA. Boston sería la siguiente, y última parada del gran Shaq en la NBA, limitado por sus lesiones, apenas ha jugado 37 partidos en la Liga, esta situación ha forzado la retirada del que para muchos es, el mejor poste que ha jugado en la NBA.

Sin duda, su paso ha marcado un antes, y un después en la Liga. Su figura será recordada, no sólo por el impresionante palmarés que atesora, si no por las actividades que también ha realizado fuera de las pistas de baloncesto.
 

Por Alex Senra del Cerro
Entrenador Superior Baloncesto
Analista NBA